Todas las personas que han pasado por nuestros colegios podrían definir la pedagogía amigoniana como una pedagogía del amor por la presencia del profesor y el amor exigente, por la tolerancia y el respeto, por la atención y el conocimiento personalizado, por el interés y la disponibilidad, por la cercanía y la acogida, por la alegría y el ánimo emprendedor que manifiestan en su relación y trato una gran mayoría de los profesores/educadores amigonianos.
El modelo pedagógico amigoniano propone el desarrollo máximo de todas las facetas, capacidades e intereses de las estudiantes a partir de sus propias convicciones.
Tiene su fundamento en la formación integral como desarrollo de las dimensiones del ser humano: religiosa, cultural, social, intelectual, política, estética, ética.
La Pedagogía Amigoniana es preventiva y se basa en la reflexión para la solución de dificultades a través del diálogo igualitario, la participación, la corrección, la construcción del conocimiento a partir de la acción.