Cerca de 30 profesores de los colegios Amigó se han reunido para analizar lo conseguido este curso en materia de aprendizaje cooperativo y planificar el próximo curso
Uno de los pilares que sostienen la línea educativa de los Colegios Amigó es el aprendizaje cooperativo. Gracias a las dinámicas de cohesión, las estructuras cooperativas y los planes de equipo desarrollados, nuestros niños y jóvenes de Infantil, Primaria y Secundaria no solo asimilan conocimientos y conceptos; sino que aprenden a cooperar, lo que, sin duda alguna, mejora el clima de la clase.
De ahí que este modelo pedagógico reporte múltiples beneficios al niño, como, por ejemplo, una mejora del rendimiento lingüístico, al tener que dialogar y contrastar sus ideas y las decisiones que tomará; sin olvidar el fomento de valores fundamentales, como la solidaridad, la ayuda mutua y la empatía.
Esta mañana se han reunido los equipos docentes, impulsores del aprendizaje cooperativo de nuestros colegios, para reflexionar sobre la evolución de dicho aprendizaje en los centros. Para ello, antes de celebrarse la jornada de reflexión, cada equipo impulsor ha recogido las opiniones de los profesores de su centro con el objetivo de ponerlas hoy en común. En la reunión, se han destacado varios aspectos positivos, entre los que destacan el interés y motivación que muestran los estudiantes al trabajar en cooperativo, “quieren hacerlo bien para sus compañeros”
En cuanto a las dificultades percibidas, la principal, sin duda alguna ha sido solventar todos los obstáculos que la pandemia del Covid ha planteado.
Tras esta puesta en común sobre los aciertos y las dificultades, la sesión ha servido para reflexionar sobre los planes de mejora en el aprendizaje cooperativo para el próximo curso.
Desde los colegios Amigó seguimos potenciando las competencias intelectuales de nuestros alumnos y su realización personal, en base a los valores de cooperación y solidaridad.
